febrero 18, 2015

LA EXTRAÑA HISTORIA DEL ESTUDIANTE BRASILEÑO QUE ATAJÓ EN ARGENTINA

Pasaron dos décadas del famoso Newell’s “de los brasileros”, aquel equipo que en los 90, fue campeón con el concurso de cinco futbolistas traídos de ese país para formar un colosal plantel en el que además había otras figuras del futsal local, y era dirigido por Vicente De Luise. Son muchos los que piensan que esos futbolistas (junto a Gilson, de fugaz paso por Argentinos a fines de esa década) fueron los únicos en jugar en nuestras tierras.
Pero no: hubo uno más. Claro que en este caso, pasó casi inadvertido. Se trataba de Rafael Fonseca Atuati, quien llegó en 2008 para ser fichado por Estrella de Boedo, y era… ¡arquero! Efectivamente, extraño es hallar una adquisición procedente del amigo país, que venga para ocupar un arco, siendo el fuerte de estos futbolistas, la pelota al pie. Pero sí, el caso existió, y pertenece al mundo de las curiosidades de nuestro deporte vernáculo.
Con respecto al contexto en el que se dio este fichaje, cabe resaltar que no es que el club fue a buscar a Fonseca, sino que se dio al revés. El arquero, de 25 años, que nunca había sido profesional del futsal, estaba estudiando una carrera en Buenos Aires y se mostró interesado por el juego que tanto nos apasiona. Al ser vecino de Estrella, comenzó a frecuentar la entidad de la calle Constitución en 2007. Tras entablar una relación cordial con la dirigencia, surgió la posibilidad de que lo ficharan para la siguiente temporada. Así lo hicieron y en los amistosos previos, sorprendió por su entusiasmo, su arrojo y su voz de mando desde el fondo. Diego Fenelli, que dirigía al equipo, lo escogió entonces para que fuera el titular en el comienzo del torneo. Fonseca compartía el puesto con Aprea y Chamorro. El brasileño tuvo algunas buenas actuaciones. Prácticamente nadie  se enteró de su origen -su piel no era oscura- y su nivel, transcurridas algunas fechas, dejó de ser el que marcaban las expectativas.
Así y todo, siguió siendo parte del plantel hasta la 11ª fecha de la segunda rueda. Esa noche Boedo cayó como local 2-1 ante Hebraica (goles de Steinberg y Lucki, y Pedroza para los de Fenelli).
Fonseca dejó entonces el arco y ya no volvió. Hay quienes afirman que prefirió dedicarse de lleno a sus estudios; otros, que retornó a su país. Lo concreto es que Rafa –así lo llamaban- tuvo un efímero paso por el futsal de la Argentina. Y que de no ser por la aparición de estas líneas, un injusto olvido seguramente se hubiera apropiado de su breve recorrido por estas canchas.  
Abrazado junto al presidente Villaverde y el Hilo Moreira, Rafa sostiene la copa de verano obtenida en un torneo veraniego. 

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