julio 22, 2015

"SI TENGO QUE IR A COMPRAR LA PELOTA PARA AYUDAR AL CLUB, LO HAGO CON GUSTO"


Una historia como tantas. Una historia simple. . . En este caso, la de un muchacho apasionado por el futsal, abogado él. Jugador también. Leonardo Frega es su nombre. Actúa en Estrella de Maldonado, así como lo había hecho en otros clubes a partir de su debut allá por 2006. En la foto, lo vemos con un balón. Fue tomada en el quinto piso de AFA. "En el club no había nadie que pudiera ir a comprar la pelota, así que me pidieron a mí. Yo laburo acá nomás, en la zona de Tribunales, por eso no tengo inconvenientes", contó.
"Lo hago con gusto, si puedo ayudar, no tengo drama", agregó. Esto nos dio pie para ahondar un poco más en su vida relacionada al futsal. "Yo debuté con 16 años en primera, en aquel equipo Real Oeste, que estuvo sólo un año. Nos dirigía Fabián Pourrain; nos desafiliaron porque teníamos un plantel muy corto y varias veces no pudimos presentarnos. Después yo seguí jugando. En El Talar, Riestra, Almafuerte, y este año fiché para Estrella".
Hay un denominador común. Son clubes modestos, donde no se manejan grandes sumas de dinero, donde todo se hace a pulmón, con un esfuerzo ponderable de parte de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, que se fusionan en un solo ente con un mismo objetivo: que el futsal siga practicándose. "Yo soy consciente de que no soy una figura, quizás nunca voy a estar en un equipo de los grandes ni tampoco podré vivir de esto. Pero a mí no me interesa. Lo que a mí me gusta es jugar, integrar un plantel, compartir un vestuario con mis compañeros... Esto representa un cable a tierra para mí. Me hace física y mentalmente".
Asimismo, ensayó un análisis sobre la actualidad de Estrella. "Mirá, no estamos en la mejor situación, pero vamos a salir adelante. Yo no estuve el año pasado, pero me dijeron los chicos que el equipo se resintió bastante al irse los Wachiturros. Ahora es como que tuvimos que arrancar de vuelta, hasta con un nuevo técnico como Gastón (Rey Serantes) que también está debutando. La pelea nuestra hoy por hoy es para mantener la categoría. Ahí la estamos luchando junto con algunos equipos más. Pero como te dije, vamos a levantar...Bueno, disculpame, me tengo que ir a llevar la pelota al club, me están esperando porque jugamos..."
Y ahí se fue Frega, rápidamente hacia Estrella. No es muy difícil deducir que apenas llegó, dejó los zapatos y su ropa de trabajo, para calzarse los botines y una indumentaria más acorde a la pasión que profesa, a la espera de las circunstancias que constituyen los motivos que más logran movilizarlo: el calentamiento previo, la charla técnica, la pitada inicial...
En definitiva, una historia como las miles de historias anónimas que mantienen con vida al futsal. Pero, a su vez, diferente a todas...

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